Heródoto: El padre de la historia
“El único bien es el conocimiento, y el único mal es la ignorancia”
Heródoto, también conocido como el historiador viajero, fue uno de los cronistas más significativos de su tiempo junto a Tucídides y Jenofonte. Estos tres son considerados como “padres de la historia” por ser pioneros en escribir un nuevo género literario: Historia.
La obra presentada por Heródoto “Historias” es el fruto de sus investigaciones y, desde su comienzo, aclara que la intención en los nueve libros que componen su obra no es narrar mitos de dioses antiguos sino acciones humanas, para preservar las memorias de grandes hazañas de su era.
Heródoto vivió aproximadamente del 484 a.c hasta el 425 a.c y nació en la ciudad jonia de Halicarnaso, el actual Bodrum, Turquía. Sin embargo, sería desterrado de allí y se mudaría a la isla de Samos debido a conflictos con la autoridad aqueménida que dominaba la región. Desde Samos, emprendería los viajes que tanto le caracterizarían.
Su obra consta de 9 libros, a los que Heródoto llamó “logoi” (relatos o tratados). En el primero, el autor describe el Reino de Lidia, su opulencia y la posterior invasión del territorio por parte del rey persa Ciro. La segunda obra habla sobre Egipto, su geografía, costumbres y fauna (como los cocodrilos y gatos no vistos en la antigua Grecia), junto con la historia de la civilización egipcia. El tercero relata la invasión de Egipto por Cambises. El cuarto se enfoca en los escitas y la invasión persa de Libia. Los libros subsiguientes se centran en el choque entre griegos y persas, especialmente en batallas clave como: Platea, Salamina, las Termópilas y Maratón. Para crear esta obra, Heródoto se valió principalmente de relatos directos de los territorios descritos, sin apoyarse en textos previos. Asimismo, ofrece una visión personal, humanista y trágica de su mundo, abordando cuestiones de la condición humana, como la codicia y la transitoriedad de la vida. Así, sus textos ofrecen un contraste de información muy rico, mezclando narrativa oral, testimonios y observación propia.
La riqueza de sus textos proviene en gran medida de sus viajes. Aunque no está claro sobre cómo realizó sus desplazamientos, con qué medios o incluso cómo se comunicó con otras culturas (posiblemente con ayuda de comerciantes), se sabe que Heródoto visitó Egipto hasta la catarata de Elefantina, donde escuchó hablar por primera vez de la teoría sobre las fuentes que alimentaban el Nilo desde el centro de África. También viajó a Mesopotamia, ofreciendo una descripción de Babilonia y las comarcas cercanas. Exploró las colonias griegas más allá del Mar Negro, asentamientos en el sur de Italia, los territorios de los escitas cerca de la actual Kiev y, por supuesto, toda la región conocida como la “Antigua Grecia”.
Pese a su destacado legado, Heródoto también ha sido objeto de críticas y dudas planteadas por pensadores de la antigüedad, especialmente por su contemporáneo Tucídides, y en la modernidad. Los críticos le reprochan a veces las descripciones fantásticas, como las aves fénix y hormigas gigantes que reportó como reales, además de una presunta parcialidad hacia una perspectiva helénica que podría afectar la imparcialidad de sus relatos. Esto se debe a que Heródoto destaca el sistema de autogestión de las polis griegas frente al absolutismo persa, además de elogiar a las instituciones atenienses y describir la libertad griega (eleutheria) como una cualidad distintiva y valorada.
Sin embargo, y al margen de las críticas, Heródoto fue una figura excepcional y audaz, movido por la curiosidad de comprender el porqué de los acontecimientos y el deseo de conocer el mundo para poder narrarlo, convirtiéndose en el primer antropólogo que registró culturas distintas y transmitió las tradiciones de los lugares que visitó. Sus escritos, además de preservar el conocimiento de su tiempo, dieron inicio a una tradición historiográfica que ha influenciado generaciones futuras y reflexionado sobre nuestra propia existencia en la trama de la historia humana.
RGS
Muy interesante, poca gente sabe estas cosas.
Personalmente, Heródoto es mi GOAT